la suma que recibió sorprendió a todos
La película El mago de Oz es un clásico que dejó su huella en la historia del cine. Estrenada en 1939, cambió la forma en que se hacían las películas, especialmente por su colorido y efectos visuales impactantes. Pero hay un detalle que muchos desconocen: la perra que interpretó a Toto, el famoso compañero de Dorothy, ¡cobraba más que varios de los actores del elenco!
Este hecho sorprendió a todos años después del estreno, cuando se dieron a conocer los salarios de los actores y del equipo. La historia de Toto, más allá de su papel entrañable, resalta el trato que recibió en el set más famoso de Hollywood.
Cuánto ganó la perra de “El mago de Oz”
Terry, una hermosa cairn terrier, fue la encargada de darle vida a Toto. Su sueldo semanal era de 125 dólares, que hoy en día equivaldría a unos 2.730 dólares. Curiosamente, este monto era más alto que lo que recibían muchos actores en ese momento. El dinero era manejado por su entrenador, quien tenía la responsabilidad de enseñarle a realizar las escenas complejas que participaba.
Durante el rodaje, ocurrió un incidente que afectó a Terry: sufrió una fractura en una de sus patas por accidente, lo que obligó a paralizar algunas filmaciones hasta que se recuperara.
Lo más curioso es que su contrato era mejor que el de los actores que interpretaron a los munchkins, los habitantes de Oz, quienes ganaban entre 50 y 100 dólares por semana. Por otro lado, Judy Garland, que hacía el papel de Dorothy, percibía 500 dólares semanales, mientras que los protagonistas masculinos como Ray Bolger (el Espantapájaros) o Jack Haley (el Hombre de Hojalata) llevaban a casa hasta 3.000 dólares.
Por qué la película fue tan emblemática y cómo afectó a Judy Garland
El mago de Oz se transformó en un ícono cultural al popularizar el cine a color y combinar elementos de fantasía, música y efectos visuales, algo innovador para su época. Sin embargo, el éxito del film contrastó con el sufrimiento personal de su protagonista, Judy Garland, quien solo tenía 16 años durante el rodaje.
Garland enfrentó un control extremo por parte del estudio MGM, que regulaba su dieta, apariencia y entrenamiento. Además, debía soportar largas jornadas de grabación bajo el intenso calor de las luces que se usaban para filmar en Technicolor.
El ambiente en el set era difícil, repleto de excesos. Judy recibió comentarios despectivos, acoso y presiones que afectaron su salud mental. Para manejar la situación, los médicos del estudio comenzaron a darle anfetaminas y pastillas para dormir, lo cual generó una dependencia que la acompañó a lo largo de su vida.
La historia de Toto y Judy desde luego nos deja pensando en las realidades de un set de filmación y el costo del estrellato en la época dorada de Hollywood. ¡Información importante como ésta sólo la podrás encontrar aquí en el portal de Anses Argentina!